sábado, 22 de noviembre de 2014

El 9N en Cataluña y la corrupción salpican la actualidad política

Lluís Arienzo (@Lluis_Arienzo)
Celia Galeano (@Gipicelius)

La noticia política de esta semana, mes e incluso del año junto con el referéndum de Escocia es la consulta soberanista realizada en Cataluña este 9 de Noviembre. Según fuentes oficiales del gobierno catalán, el número de votantes en la consulta ha llegado hasta los 2.305.290 de participantes (cifra elevada respecto a otras elecciones como las Europeas), con un 80.76% votos a favor del Sí-Sí. 

Tanto el gobierno como los medios nacionales han decidido darle poca importancia en referencia a la consulta apoyándose en las pocas garantías jurídicas que representaba; a pesar de ello, Cataluña parece haber dado un fuerte paso del cual no va a poder volver atrás, y que de una forma u otra, el líder de la oposición catalana Oriol Junqueras apuesta por el DUI, que no es más que la declaración unilateral de independencia del pueblo catalán. Todo se resolverá después de las próximas elecciones, que veremos si se adelantan.

Para finalizar, no se puede obviar el ambiente de unidad de los diferentes partidos pro independientes que se hizo visible con el abrazo entre el “president” Mas, y David Fernández el Líder de las CUP-partido que cree en la independencia de los denominados Països Catalans, que comprende Cataluña, Valencia y las Islas Baleares-. Puedes ver aquí el vídeo. 


La Fiscalía General del Estado se querella contra Artur Más por la consulta del 9N

La Junta de Fiscales presenta una querella por cuatro presuntos delitos (desobediencia, malversación, usurpación y prevaricación) hacia Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau en consecuencia a su participación y preparación del pasado 9 de noviembre.


El Fiscal Torres-Dulce cuenta con la aprobación de casi toda la fiscalía para sacar la querella adelante, si este fuera el caso, los tres presuntos acusados podrían estar inhabilitados de la política hasta 18 años.

Las reacciones de los diferentes partidos políticos no han tardado en llegar. El representante de ERC, Alfred Bosch, dio su opinión declarando: "Tenemos la sensación de que al Gobierno le cuesta mucho entender que detrás de este proceso hay miles de voluntades que no se pueden cortar actuando contra dos o tres personas porque sale de la raíz de la sociedad civil catalana"

Las CUP por medio de su representante Quim Arrufat declaró que no era justo que se centraran solamente con un partido, sino que deberían querellar a todos los partidos relacionados con el multitudinario 9N.

Arrufat ha sostenido que la propuesta del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, "está fuera de lugar y de razonamiento político", y ha cuestionado que se les acuse de los delitos de desobediencia, malversación, prevaricación y de obstrucción a la Justicia y usurpación de atribuciones judiciales.

Extremadura se ve salpicada por un presunto uso indebido de dinero público en viajes privados

Y entre caso y caso de corrupción, esta semana pasada hemos conocido un escándalo que salpica directamente al actual presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago. Se han descubierto pruebas que le acusarían de presuntos viajes realizados a Canarias (más de una veintena según apuntan varios medios de comunicación) con cargo directo al Senado, es decir, pagados del bolsillo de los ciudadanos. 

La cronología del caso es la siguiente: primero mantuvo que no había hecho esos viajes y que los pagaría de su bolsillo si seguía habiendo dudas. Después de defenderse como gato panza arriba de que habían sido viajes privados pagados con dinero público, convocó a los medios para acreditar, con la documentación correspondiente, cuáles pagó con cargo al Senado por ser motivos políticos, y cuáles no por tratarse de motivos personales. Por último, ha anunciado que se presentará a la reelección en las autonómicas que tendrán lugar el año que viene. 

El caso cuanto menos trae cola, y traerá seguro mucha más, pero poco comienza a sorprender que cada día salga un caso de corruptela o de mal uso del dinero público, más bien al contrario, enciende una chispa que quizás pronto sea difícil de apagar. Lo que unos llaman la vieja política, casta o cualquier otro término asociado empieza a resquebrajarse ante tantas fisuras en un sistema que ya no tiene parches para taparlas todas.